Ayer, sábado 23 de enero tuvo lugar el desfile Balmain Homme para el otoño-invierno 2016-2017 durante la Paris Fashion Week. Una colección presentada, entre otros, por modelos de la talla de Jon Kortajerena, Marlon Teixeira, Lucky Blue Smith, Francisco Lachowski, Jordan Kale Barrett, y algunas féminas como Alessandra Ambrosio e Isabeli Fontana.
La última colección de Balmain para el otoño-invierno 2016-2017 es un guiño a aquellos exploradores legendarios, y a su capacidad de adaptación a la hora de confeccionar sus vestimentas. Olivier Rousteing y su equipo parecen haberse centrado en esta idea, poniéndose en la piel y procurando pensar en el estilo que podían llegar a crearse estos aventureros, soldados y científicos desplazados a lejanas tierras, una vez de vuelta en París después de sus arriesgados periplos.
Detrás de toda esta inspiración está París ¡cómo no! La Ciudad de la Luz con su larga e increíble historia, un crisol donde convergían todos aquellos tesoros traídos por exploradores de siglos pasados de todas partes del mundo. Sus descubrimientos llenaron los museos con objetos y piezas inimaginables, que contribuyeron a abrir la mente de los parisinos al mostrarles que había otras formas de entender la vida.
Esta disposición a la hora de abrazar la diversidad de ideas, culturas y estilos han continuado perpetuándose durante generaciones y siglos, perviviendo hasta nuestros días. Un hecho que, sin embargo, continúa exasperando a los espíritus intolerantes tanto en París como en el resto del mundo.
En el desfile de Balmain para el otoño-invierno 2016-2017 se vieron influencias que aliaban no sólo las francesas con las extranjeras sino también las aristocráticas con las tradicionalmente militares dando vida a un nuevo estilo, moderno y urbano que parecía encantado de haberse inspirado tanto en la tradición como en la adaptación a la hora de abrirse a nuevos mundos.
Tartans escoceses, jacquards hechos en Francia, lanas japonesas se han utilizado para crear un estilo breve y repetitivo que recuerda un poco a los riffs musicales sobre fracs clásicos, streetwear casual y uniformes donde el cuero es el protagonista absoluto.
Los talleres de Balmain se han encargado de que los complicados y sofisticados bordados, al igual que los cueros matelassés respondiesen a las normas y a la calidad más rigurosa de la firma.
Esta nueva armada de Balmain capitaneada por Olivier Rousteing continúa siendo la que puede presumir de los hombres más elegantes de su generación, un grupo donde reina la diversificación y que no tiene problema alguno en mezclar todas estas influencias que antes os comentábamos, en las que el lujo y el estilo de la calle unidos a la herencia y al expertise de Balmain ofrecen propuestas que a pesar de su precio se venden luego como churros.
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