Durante el tan cacareado desfile para presentar la colección Métier d’Art París en Roma, en el estudio número 5 ¡cómo no! de los estudios Cinecittà, el equipo de Lagerfeld consiguió reproducir una calle de París donde no faltaba una panadería, una floristería, un café y hasta la boca de entrada de una estación de metro.
Un decorado donde no faltaba detalle y que recordaba el apogeo del cine italiano con esa pátina plateada que siempre ha caracterizado las películas de antaño. Un decorado monocromático que ayudaba a poner de relieve las prendas creadas para esta colección.
Cuando comenzó a sonar la música interpretada por el pianista Christophe Chassol – instalado en un quiosco de música de esta plaza -, pudimos ver saliendo de la boca del metro como si fuese un chorro de agua luminoso a los modelos luciendo una reinterpretación de lo más cinematográfica del tailleur en tweed que tan famosa hizo a Coco Chanel.
Declinados en la clásica paleta de colores Chanel: negro, beige, crema, gris y azul marino, en su versión 3 piezas – chaqueta, falda o pantalón pitillo -, lucidos tanto por hombres como por mujeres. Una colección que sólo podía venir de París, ¿no os parece?
Al final del desfile, el decorado pareció adquirir vida, y las tiendas abrieron para ofrecer a los invitados al desfile pasteles, pizzas y helados italianos, ¡la dolce vita!
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