¿Os acordáis cuando hace unos años se puso de moda cubrir los árboles y las fuentes de las ciudades con trabajos hechos en ganchillo? Se trataba de una tarea, ésta del Urban Knitting, en la que colaboraban muchas personas que se daban cita a través de lo que se dio en llamar "quedadas", para cubrir el mobiliario urbano y abrigar con sus tapetes de colores las grandes urbes.
Este ganchillo de guerrilla conocido también con el nombre de Yarnbombing surgió en Holanda en el 2004 de forma ilegal. Pero como cada vez más grupos y museos se fueron sumando a la iniciativa, al final acabó convirtiéndose en políticamente correcta, porque estas instalaciones resultaban fáciles de desmontar, las lanas se podían donar luego a ONG, y a diferencia de los graffiti, no ensuciaban las calles.
Pues bien, Schuyler Ellers decidió llevar esta iniciativa más allá creando en Nevada City, California una empresa a la que llamó Lord von Schmitt que se especializó en confeccionar con lanas acrílicas y algunas viejas colchas recicladas pantalones de ganchillo, dando vida a una colorida moda masculina que hubiese causado el delirio a más de uno en Woodstock.
Ellers se ha atrevido con todos los tipos y los estilos de pantalones existentes desde los mini shorts más diminutos a los de estilo surfero, sin olvidar los de inspiración indio navajo en colores neón.
Ellers ha declarado que muchas de estas piezas provienen de piezas originales del Folk Art tricotadas a mano por artesanos repartidos a lo largo y ancho de toda América desde la década de los 60; y que con unas tijeras y con unas máquinas de coser especiales transforma todos estas colchas de ganchillo vintage en lo que llama "auténticas esculturas ready to wear".
Teniendo en cuenta que son prendas hechas a mano en viejas tricotosas, el precio de los pantalones es bastante razonable. Los precios oscilan entre los 63,66 euros que es lo que cuestan los mini short talla XS, a los 138,56 euros que es lo que tendréis que pagar por unos acampanados de estilo hippy chic. Otra opción sería pedirles a vuestras abuelas que os hagan unos con sus manitas y sus abalorios.
Personalmente opino que hay que ser muy funky o te tiene que gustar mucho La Casa de la Pradera para atreverte a moverte por la vida de aquesta guisa, pero ya se sabe que para gustos los colores, ¡y nunca mejor dicho!
Sitio oficial | Lord von Schmitt
En Decoesfera | Yarn Bombing y Urban Knitting, el punto urbano está de moda